Tentando al diablo (Priv. Agni)

Habían pasado varias semanas desde que Derek logró conseguir la  localización del paradero de su primo y  de haberse instalado en la ciudad  Vermelho. Pero últimamente, por cuestiones de su empresa tuvo que ir de nuevo  a Pomerania (Polonia-Alemania).

Cuando volvió a regresar a la ciudad, se enteró de dos cuestiones, en primera que Arminius asistiría a la reinauguración del museo de la ciudad, por lo cual se alisto a ir, pues deseaba darle la sorpresa de su llegada. Debido a cuestiones de descontrol por parte de Derek, no pudo realizar nada, pues dedujo que no era el momento adecuado.
Segundo, descubrió que su primo poseía un establecimiento nombrado  “La fuente del Unicornio”, aquel lugar ofrecía servicios por medio de lo que nombraban “mascotas”. Todo este asunto le causo duda, así que decidió que visitaría tal lugar para observar los movimientos de negocio de su primo y tal vez encontrar un cabo suelto.
Al principio no sabía cómo se manejaba el sistema, pero cuando asistió al lugar y amablemente uno de los sirvientes le informó, le pareció muy interesante la dinámica del establecimiento.  Al mismo tiempo, le sorprendió ver que existía una variedad de mascotas y servicios por escoger,  pero por esta vez solo iría a ver e investigar.
Decidió primero ir al salón principal, pues uno de aquellos sirvientes le había recomendado ese lugar como primer instancia, para que observara que actos se realizaban allí.
Al entrar observo con lujo de detalle el lugar, y se dijo a si mismo que sin duda aquel lugar era de Arminius, pues en parte le recordaba la estructura y organización de su casa.

El lugar se encontraba bastante lleno, pensó que tal  vez era el día de presentaciones para vender “sus productos”. Al ir introduciéndose al lugar observo en el escenario un cumulo de gente que miraban a alguien, se acercó y noto que se trataba de un joven Zoomorfo.

Aquel ser poseía un hermoso cuerpo, aunado a ello su piel tostada y aquellas ropas eran encantadoras. Las orejas que poseía  para Derek eran  lindas, pues se le hacían parecidas a las de su querido Armando (al cual llevaba en una pequeña maleta de canes).

Decidió ir a sentarse en uno de los cojines mullidos localizados enfrente del escenario y espero a que terminara aquel joven su acto. Terminado este, decidió decirle a uno de los empleados que le trajera a aquel joven.

Mientras el decidió ir a una de las mesas que se encontraban en adjuntas al escenario principal. Allí pidió una copa del vino más exquisito del lugar y se sentó a esperar por su joven acompañante

Sus presentaciones se habían vuelto cada vez más frecuentes, las caras que veía al bajar de la tarima eran casi siempre las mismas, podría decirse que había ganado algunos fieles admiradores de su arte. Agni solo estaba feliz de poder hacer lo que le gustaba, sin embargo las miradas poco decorosas de algunos de los espectadores seguían poniendole incómodo cada noche, era algo a lo que no creía poder acostumbrarse nunca. Ocasionalmente le hacia compañía a algún cliente al terminar su función, otras veces su servicio especial era requerido, el cual por cierto debía ser primeramente autorizado por su amo.

Al finalizar su unica función de aquella noche, ya que su trabajo se había reducido a la mitad para prevenir una recaída en su enfermedad, fue a su dormitorio donde se lavó y vistió con ropas más cómodas y abrigadoras. Esta vez usaba un pantalon a la cadera, holgado en la parte de las piernas, del color de la arena, la tela se movía graciosamente al caminar como lo hacian las faldas de los vestidos de las damas. Usaba en la parte de arriba una tunica con mangas de mariposa que ajustaba en su cintura, de un tono rojizo oscuro con detalles bordados en el cuello y mangas en color arena.

Cuando estaba terminando de arreglarse, le notificaron que había alguien que solicitaba su compañía. Se apresuró a terminar de peinar su cabello que siempre llevaba suelto y salió al salón de nuevo. Reconoció en seguida al cliente que le esperaba en la mesa donde le habían dicho. Se acercó a él y al estar en frente suyo le saludó con respeto:

-- Buenas noches tenga mi señor. Mi nombre es Agni, estoy para servirle -- hizo una breve reverencia y esperó las palabras del caballero para que le indicaran si podía sentarse o deseaba ir a otro lugar.

Mientras esperaba la llegada de aquel joven, Derek decidió sacar de su bolso al pequeño Armando, pues se encontraba algo inquieto con los bullicios  que  hacían los demás clientes.

Cuando puso en el suelo al pequeño can le fue indicada la llegada de su acompañante. Observo a detalle al joven cuando entro, realmente era hermoso, su piel a simple vista parecía ser tersa y suave , su largo cabello color castaño era brillante y bien cuidado, sus ojos eran de un color algo inusual pero al mismo tiempo misteriosos, adornados con maquillaje al estilo egipcio, algo muy sensual al parecer de Derek. La ropa que llevaba no era la misma con la cual había dado su espectáculo, esta era más holgada y abrigadora, a pesar de esto aquel  bello cuerpo seguía siendo  exquisito para la vista.  

Sin duda alguna, Arminius ya habrá tocado a esta bella pieza, pues el suele ser demasiado promiscuo con todo lo que ve y que es “comestible” –pensó Derek.

Lo que más curiosidad le daba a Derek eran aquellas orejas y cola que poseía, se preguntaba si realmente eran de él o solo era un aditamento más para llamar la atención del cliente en turno.

Buenas noches, por favor toma asiento- con un ademan  le indico tal acción - Mi nombre es Derek Imre Von Kleist Rosenzweig, pero puedes llamarme solo Derek, es un placer para mi conocerte.- espero hasta que aquel se sentara en su lugar.

Espero no te moleste mi presencia  y  la de mi pequeño acompañante. Por cierto me gustaría saber por qué posees esas orejas, por favor platícame sobre ti y de ellas.

-- El placer es todo mío, mi señor Derek, su presencia me honra -- respondió ante la presentación de su acompañante. Siguiendo la invitación del Sr. Imre se sentó en el lugar que estaba designado para él. Fue cuando se dio cuenta de la presencia de un invitado extra, un animalillo que nunca había visto. Era al que el Sr. Imre había presentado como su pequeño acompañante. Agni sonrió cándidamente al ver a esa criaturita, se veía esponjoso y suave, tenía ganas de tocarlo pero tenía más verguenza de verse demasiado emocionado por eso, siendo la primera cita con este cliente. Por lo tanto decidió responder de inmediato a la petición de su cliente.

-- Son una herencia de mi madre, a su vez herencia de sus padres y de los padres de sus padres.... mi raza es una variedad de los que llaman hombres-bestia.... un chacal es lo que corresponde a mi otra mitad -- Agni formaba parte de una de las diferentes razas de zoomorfos que existían en el mundo, en su caso él pertenecía a la raza de los chacales, una especie común en su tierra natal entre los zoomorfos que podían hallarse ahí pero menos comunes en su actual ciudad de residencia. No sería extraño que su señor ya hubiera escuchado o visto algun zoomorfo en su vida, eran frecuentemente encontrados como servidumbre, mascotas o esclavos en los circulos de la clase social alta.

Agni temió que esa breve historia le hubiera desagradado por lo que en reflejo a sus emociones sus orejas se agacharon ligeramente por un momento, ahora que sabía que no eran un aditamento y sobre todo cerca de su raza, podría no desear su compañía. Pero Agni había aprendido a no dejarse llevar por ese tipo de sentimientos, había prometido esforzarse más en su trabajo y complacer a sus clientes porque no queria abandonar la fuente, su unico amigo se encontraba ahí y no deseaba que le apartasen de él.

Decidió seguir su protocolo y ofrecerle algo de beber, tal vez un té... Agni sabía preparar un delicioso té que había logrado satisfacer a sus clientes con el paladar más refinado, por lo tanto le permitían a él ser quien personalmente sirviera así a los clientes.

-- Si mi señor aun desea la compañía de su servidor ¿podría permitirme ofrecerle un poco de té mientras decide en qué manera puedo servirle?¿O tal vez desee mi señor tomar la cena en el comedor principal o en alguna de las salas privadas? -- había clientes que deseaban el anonimato, por lo que en la mansión había varias salas de estar en donde podían disfrutar a solas de la compañía de las mascotas, asimismo estaban la biblioteca, los jardines, la terraza, los aposentos de las mascotas y las habitaciones privadas cuyo acceso solo el amo podía dar su permiso. Esperó a que su señor le respondiera para actuar en consecuencia.

Tímidamente el joven  se sentó en su lugar, en el mismo instante noto la presencia del pequeño Armando, Derek se dio cuenta de la emoción expresada por su  acompañante, sin embargo su atención se posó  a las palabras que le mencionaba.

Amablemente le aclaró sus dudas, Derek se encontraba admirado ante la revelación de la naturaleza de dichas orejas, pues jamás había visto seres zoomórficos de cerca, escucho que en su natal Polonia existía un mercado de ellos, pero su familia no había adoptado  a ninguno, hasta el momento. La razón de esta decisión era porque  su madre  y su hermana pequeña, eran activistas  en contra del maltrato  y la violencia ante la población vulnerable.

Pero eso no le impedía el apreciar y  observar  la belleza de la que poseía el joven frente a sus ojos.  - Me hubiera gustado ir a observar la  belleza de cada uno de los seres zoomórficos  que habitan en  mi país- pensó mientras seguía estudiando las orejas  de aquella bella figura.

Si me lo  permites,  quiero decirte que son hermosas y agradables, además te hacen ver muy guapo-  se esbozó una sonrisa en su rostro, en ese momento el pequeño Armando se acercó y rozó ante aquel invitado- Claro que deseo aun tu compañía,  si a ti no te molesta la mía. Mira, hasta a mi pequeño acompañante le eres grato. Sobre tu ofrecimiento, sería  placentero tomar una taza de té, por favor.

Mientras el joven preparaba la  bebida ofrecida, Derek decidió seguir con su cuestionamiento.

Mi querido Agni, me gustaría saber más acerca de cada rincón de este lugar, por favor explícame  de ¿cuantas áreas está compuesta la fuente? , porque veo que es una estructura bastante grande y acogedora.

Se dispuso a escuchar cada detalle que aquel joven le expresaba. Al término de su explicación decidió intervenir.

Disculpa que te interrumpa, también me gustaría saber  si ¿Tu amo siempre está aquí pendiente de la fuente?

Agni agradeció el cumplido de su señor con una suave sonrisa y una reverencia. Era un alivio que no tuviera aversión hacia su raza, podía estar tranquilo ahora y desenvolverse con más naturalidad, algunos de sus clientes tenían preferencia por aquellos apéndices otro preferían ignorarlos y concentrarse en lo demás...

-- La compañía de mi señor es invaluable, no podría molestarme su presencia. Le agradezco por haberme elegido para acompañarle esta velada -- Agni no mentía, conocer personas nuevas era, en su mayoria, algo bueno, aprendía mucho con cada una de ellas ya que muchos disfrutaban de hablar.

Agni pidió lo que necesitaba para preparar el té en su mesa. Con ceremonia preparó los aditamentos y cuando el agua estuvo en su punto colocó una mezcla de hierbas que hacían una infusión deliciosa: rosa mosqueta con un toque de menta y canela. Apagó el fuego y dejó reposar. Sirvió luego en las tazas de porcelana fina a infusión especial y preguntó a su invitado si deseaba un poco de miel, después le extendió la taza. -- Espero que le gusten los sabores ligeramente dulces a mi señor -- dijo mientras un sirviente servía en su mesa algunos postres para acompañar, Agni ofreció a su invitado de lo que habpian llevado a su mensa.

Cuando Agni terminó de servir se sentó de nuevo en su lugar, esperó a que su señor bebiera primero y le diera su veredicto. Mientras tanto se dedicó a responder a su pregunta sobre la Fuente.

-- La Fuente del Unicornio está compuesta por el Salón principal, donde las reuniones, presentaciones o eventos se llevan a cabo; también están en el primer piso la biblioteca, salones privados donde algunas mascotas reciben a sus clientes. Hay varios jardines, el más grande es el jardín de rosas que florecen todo el año gracias a los ciudados de los jardineros, más allá del gran arco hay otros jardines con gran variedad de flores de distintos colores y formas, también hay un gran estanque con lirios y peces koi... -- mientras contaba sobre los jardines sus ojos se iluminaron, era su lugar favorito para visitar desde que los había descubierto -- los jardines son más bellos de día, pero están iluminados por la noche y pueden visitarse también a esta hora -- su belleza no era menos mágica a esa hora, Agni gustaba de observar el jardín iluminado en la noche desde su ventana, la idea de salir por la noche no le agradaba mucho en realidad con un clima tan frío

-- Hay una terraza donde puden tomarse los alimentos si no quieren tomarse en el comedor principal. Arriba están las habitaciones privadas de las mascotas y el despacho del Amo.... Él es un hombre muy ocupado, no siempre está en la Fuente y cuando lo está permanece la mayor parte del tiempo en su oficina -- Agni no sabía lo que hacía fuera o dentro de la Fuente, sea lo que fuera debía ser cosa importante y seria.

Sintió su boca un poco seca así que probó su infusión, el calor del liquido le reconfortó, no tenía frío estando dentro de la mansión pero las bebidas calientes en ese clima frío y descorazonado, pues así lo sentía él siendo un hombre de las arenas, siempre le hacían sentir bien.

-- ¿Mi señor desea visitar alguno de estos lugares? --

Contemplo satisfecho  el agradecer del joven. Este a su vez continúo con su ceremonia  para preparar y servir el té, que Derek  le había solicitado. Cada uno de los pasos que el joven siguió, fueron precisos y apropiados, al parecer dominaba  a la perfección tan difícil arte de preparación de infusiones. Derek quedó aún más fascinado en él, pues le era agradable ver a tan bello e inocente muchacho servirle el té.

Es un placer para mi estar contigo esta noche y te agradezco esta magnífica pieza que me has elaborado, así que si me lo permites lo probare- Derek prosiguió a beber de aquella infusión.  

Al probarla Derek sintió una calidez que le recordaba a su hogar, y a su niñez, en aquellos tiempos que era  feliz, al mismo instante  le llego a su mente el desagradable  recuerdo del encuentro con su primo. Recapitulaba con cierta furia y dolor, lo que ese día había tenido como  resultado, además seguía sintiendo cierta impotencia, al no poder darle su merecido a Arminius y demostrar a todos que era mejor que él. Cuando evocaba esto solía tocar la marca testigo del suceso, este momento  no fue la excepción, así que situó  inconscientemente su mano en la máscara que cubría su ojo herido, de inmediato recordó que  se encontraba frente de su compañía, así que volvió a su postura anterior.

Simplemente exquisita,  jamás había probado tan excepcional infusión como la suya, le felicito- Miró cariñosamente al chico.

Pronunciadas estas palabras el joven, se dedicó a responder las cuestiones que Derek le había solicitado.

La fuente según las palabras del joven contaba con aproximadamente seis áreas, las cuales cumplían con específicas funciones y características. Cuando hizo mención del jardín sus ojos se iluminaron con cierta alegría, a Derek este gesto le pareció  tierno e inocente, algo que le agrado, pues permitía que la belleza interior del mancebo se vislumbrara más. Decidió no interrumpirle hasta terminada su explicación del lugar, cuando concluyó le consultó a Derek si estaba interesado en visitar alguna área.

Me encantaría visitar un área en específico, pero antes de ello deseo que me sigas contando sobre este lugar, creo que es un recinto muy interesante después de todo. Así que por favor contéstame antes dos cuestiones más.

¿Cómo cuantas mascotas habitan este lugar? Y ¿Tu jefe ha tenido contacto con todos ustedes?

Derek deseaba saber si Arminius había profanado a las mascotas con las que contaba el lugar, pues no dudaba que fuera capaz de ello.

Se alegró de que su infusión fuera de su agrado y lo demostró con una pequeña sonrisa, para luego agradecerle el cumplido, sus infusiones y tés eran populares, bailar no era su unico talento.

-- Le agradezco a mi señor, estaré encantado de poder servirle un poco de té de su agrado cada vez que decida visitar la Fuente.

Sin embargo, Agni se percató de que su acompañante se llevaba la mano a la peculiar prenda que usaba para ocultar la mitad de su rostro, una máscara blanca. Al verle desde lejos le había llamado la atención este detalle además del aire aristocrático que le rodeaba, no era como sus otros clientes, le recordaba de algun modo a su antiguo amo, no que se le pareciese fisicamente pero compartían el ese aire digno. Decidió no reparar en ella para no molestar a su cliente pero al ponerse serio aquel Agni no pudo evitar preocuparse. Por temor a incomodar a su señor, desvió la mirada en seguida para no incomodarlo antes de que el caballero pudiera darse cuenta de que le miraba, parecía estar muy absorto en sus pensamientos. Agni no le interrumpió hasta que aquel rompió el silencio y le dejó hablar, luego de su explicación sobre la Fuente el hombre parecía satisfecho. No era raro que le preguntaran este tipo de cosas los clientes que visitaban por primera vez aquel lugar. Incluso a él mismo le había costado trabajo entender algunas cosas al principio, Agni estaba feliz de poder responder a sus preguntas por lo que intento dar lo mejor contestando sus ultimas preguntas.

-- Temo, mi señor, que no sé la cantidad exacta de mascotas que hay en la Fuente -- se disculó -- el mayordomo podría responder mejor a sus preguntas, si lo desea puedo llamarle... -- era dificil llevar la cuenta ya que no había horarios especificos y las mascotas iban y venían tanto dentro de la Fuente como fuera, algunas vendidas y otras solo por un tiempo como lo había aprendido cuando Kouki se había ausentado de la Fuente por un par de días. Le había extrañado mucho.

Siguió pues respondiendo la ultima pregunta.

-- Cuando llegó el Amo, hizo una entrevista individual con cada una de las mascotas que residimos en la Fuente... -- recordaba aquella ocasión y lo nervioso que se había sentido, la presencia de aquel hombrerealmente imponía, no había conocido a nadie así antes, le había llevado a cometer la impertinencia de hablar sin su autorización y había terminado por ponerse aún más nervioso.

Se detuvo un segundo antes de continuar, algo en la expresión de su señor le hizo pensar que no era la respuesta que quería escuchar, pero en seguida eliminó esa idea de su mente, Agni se sonrojó ligeramente por permitirse pensar que las palabras de su señor podrían significar otra cosa.

-- ¿C-cual es el lugar que desea visitar mi señor? -- distraidamente se acomodó un mechón de cabello.

Derek seguía atento a cada uno de los ademanes y  palabras del joven, ante sus ojos podía deducir que todo esto denotaba que su compañía poseía , además de belleza, gracia, decencia y  don servicial. Sin duda todo lo requerido para su trabajo como mascota, ahora  podía comprender por qué Arminius lo tenía en ese lugar, pues  era una pieza  que generaría muchas ganancias  para la fuente y para el mismo dueño.

No tienes nada que agradecer mi dulce Agni, será un honor para mí regresar de nuevo aquí- contestó ante la respuesta amable del joven.

Derek suponía que no era de extrañarse, que ni el mismo joven no supiera la cantidad exacta de las mascotas, pues deducía que al ser un lugar amplio y lleno de gente, su primo debía de tener todo planeado, variado y hasta el límite de su capacidad, para que los clientes no se fueran insatisfechos, cuando pedían los diferentes servicios que existían en el lugar.

No te preocupes,  me basta  saber que son varios en este lugar.  Así que realizó una entrevista a todos los que moran aquí, interesante mmm…- tocó su barbilla al decir esto.

Posteriormente se quedó de nuevo absorto en sus pensamientos.

Con que  este joven no entra en la gama de fetiches de mi primo, interesante. Aunque eso no me dice mucho de si se ha atrevido a tocar a los demás,   pero puede que lo haya hecho y el pequeño aquí presente no se haya enterado de ese asunto, puesto  que dudo que a Armin  le convenga que todos se enteren de lo que hace con sus mascotas- Cuando termino de pensar esto se asomó una pequeña sonrisa pícara en su rostro.

Perdona …, Así el lugar que me gustaría conocer son los aposentos. Me gustaría saber cómo es la vida de una mascota aquí y con qué servicios cuentan para su propio bienestar y cuidado personal. Si no te incomoda, ¿Me puedes mostrar tu propia habitación para  desvanecer mis dudas?, mi pequeño joven.

El joven aceptó sin más, antes de marcharse Derek le pidió de favor a uno de los encargados que cuidara del pequeño Armando,  hecho esto se volvió a dirigir al joven y le ofreció su brazo para que este lo tomara y al mismo tiempo lo guiará hacia su aposento.