El chico de instituto( priv\June)

Hace un par de días había llegado a la ciudad Vermelho. Sólo había tenido contacto con mi nuevo jefe, el Sr.V, el alcalde de todo este  extravagante lugar.
Había sido recomendado por un amigo mío, para ocupar el cargo de reportero, la verdad no tengo mucha experiencia para ello, había trabajado anteriormente para revistas  sensacionalistas, pero para una gazeta sería mi primera vez, lo bueno es que el Sr. V, aunque se vea intimidante, es una persona comprensiva, le tengo un gran respeto por permitirme entrar a  esta misteriosa ciudad y dejarme trabajar.
En este momento apenas había recibido mi primera paga, pues llegue a la ciudad sin ningún metálico.No era rico pero tampoco era un marginado.
Con esta paga apenas me alcanzó para llenar el tanque de gasolina del "escarabajo" y comprar unos cuantos víveres. Sólo había llegado a la ciudad, aparte del escarabajo, con mis trajes viejos y algunos "nuevos"  comprados en los mercados de pulgas, zapatos, mi gorra, un diario y un reloj de bolsillo que me dio mi abuelo antes de morir. Por el momento no tenía el necesario capital para alquilar una habitación ni siquiera en lo más bajo de tan lujosa ciudad, así que dormía en el escarabajo, eso realmente era incomodo para mi espalda, pero lo que me preocupaba más eran los baños, si me iba muy mal no me duchaba por una semana, era cuando agradecía no ser un macho alfa, apestaría a mil demonios. Por suerte había encontrado el centro deportivo de la ciudad, donde entraba y me duchaba a escondidas estos últimos días.

Aunque compraba víveres, también me limitaba a gastar todo, tenía que guardar unos cuantos metálicos para comprar mi tratamiento o por si  alguna emergencia se presentará. Así que robaba algunos vegetales de algunos mercados o casas que tenían jardines de hortalizas o frutos. Pensé que mi vida sería diferente aquí pero mientras hiciera fortuna tenía que seguir en  mi mismo "modus operandi". Así que lo primero que se me ocurrió fue ir al instituto Vermelho, suponía que era un colegio de riquillos, así que no dudaría que alguna de las actividades curriculares de los estudiantes estuviera relacionado con la jardinería o la hidroponía o algo así por el estilo.

Me escabullí para poder entrar, evadiendo los gorilas guardianes de la entrada. Ya adentro saludaba aquellos que se veían como gente importante y una buena sonrisa no alzaba sospecha.
Me dirigí a los jardines. No tuve mucho éxito en la búsqueda de comida, pero encontré unas pequeñas bayas rojas en unos arbustos. Cuando pensé que nadie me veía arranque unas cuantas,unas fueron a mis bolsillos y otras las introduje en mi boca...

Era sábado por la mañana, con excepción de los chicos que tenían actividades del club o deseaban usar sus instalaciones para alguna actividad escolar o extraescolar (y los profesores que se encargaban de vigilar a los estudiantes). Aun así segiuía habiendo bastante gente, como si fuera un día de clases normal solo que nadie usaba el uniforme. June había asistido al Instituto esa mañana para comprobar su registro a las clases avanzadas, queria confirmar que estuviera todo en orden y cruzar algunas palabras con sus profesores, a partir del siguiente lunes estaría asistiendo a los cursos avanzados. Sabía que algunos de sus profesores trabajaban en asesorías los sábados y tendrían más tiempo de atenderle que los otros días.  

Cuando terminó sus asuntos fue a dar una vuelta por los verdes jardines, si se caminaba lo suficiente uno podía llegar al Campus Universitario, ambas instituciones estaban conectadas y no muy lejos, los jardines eran una de las formas en las que se ambas se unían. Antes de que saliera de la ciudad a estudiar en la prestigiosa academia a la que asistiera su padre, June había estudiado en Vermelho, una de sus cosas favoritas era recorrer los jardines. No parecía que los ultimos años hubiera cambiado demasiado, aunque ahora en los jardines había más zonas para los huertos, aparentemente se habían vuelto populares, eso le agradaba. Uno de los profesores a los que había ido a ver le había comentado sobre algunos proyectos de los que estaban a cargo con estudiantes de distintos grados, fue por eso que decidió ir a darle un vistazo.

Estaba maravillado con el colorido de las jardineras llenas de flores y los frutos que se estaban cultivando en los pequeños huertos. Tal vez pudiera unirse al club de botánica o al de economía del hogar, que eran los que actualmente trabajaban en un proyecto en conjunto en los huertos, y poder sorprender a su padre con un frasco de mermelada hecha a mano, seguro se pondría feliz por ello. Se acercó a revisar  algunos de los varios arbustos de frutillas del bosque, estaban casi listos para ser cosechados, seguramente lo harían el lunes muy temprano o tal vez esa tarde cuando el sol estuviera a punto de ponerse. No parecía que los del club estuvieran cerca, tal vez estaban en el salón de clases. June se lamentó un poco por esto, deseaba preguntar si podía tomar unas cuantas frutillas ya que se veían deliciosas. En ese momento vio a un chico en cuclillas cerca de algunos arbustos, al acercarse más vio que estaba cortando las bayas, no parecía miembro de alguno de los clubes encargados y no tenía herramientas para colectar...

-Si alguno de los profesores te atrapa cortando las bayas estarás en problemas - dijo tratando de no asustar al chico, cuando éste volteó le sonrió - los estudiantes de botánica y economía del hogar del ultimo grado han trabajado duro cultivando éstas y otras frutillas para elaborar mermeladas al final del periodo - le explicó amablemente.

Realice la operación dos veces más , me atreví a comer las bayas así sin ser lavadas, por que  no dudaba que fueran regadas con el agua más limpia de la ciudad, sería imposible para esta gente finísima regar los alimentos con agua trata como se regaba el  césped en  los parques públicos.

Al escuchar  una joven voz, me alteré, bruscamente detuve la actividad que estaba haciendo.Volteé lentamente  o me parecía que lo había hecho de esa forma, aún con las bayas en mis mejillas como si fuera una ardilla o un gánster. Al ver al  chico, me asuste , pero antes de salir despavorido como  una gacela cuando se da cuenta que es observada por un león, examine al pequeño chico, no portaba un  uniforme de príncipe, había visto que en los colegios de prestigio ( por no decir de ricos mimados) llevaban unos sacos muy elegantes del mejor sastre del lugar o hasta de algún sastre reconocido internacionalmente. Pero aun sin el uniforme el chico no parecía personal de seguridad o un simple empleado como jardinero o conserje, era evidente que era un estudiante, su ropa no se veía desgastada, de hecho estaba en muy buenas condiciones y bien planchada. No lo había considerado pues era sábado, a veces era un tanto despistado con los días, recordé que por lo general los chicos no asistían sábados o domingos a la escuela, asoló que tuvieran cursos extracurriculares o regulación, a diferencia  de mi, yo no tenia dias de descanso, desde mis 15 años, pues el bachillerato y la carrera técnica fueron de enseñanza abierta, a parte  trabajaba al mismo tiempo que las realizaba.

Así que  me tranquilice, mastique los frutos y los  trague, me limpie la boca con la manga izquierda del saco y me levanté. Tal vez el chico era el encargado ese día de cuidar las cosechas, las cuales realmente ya estaban deliciosas, eran tan dulces como el beso de una encantadora doncella.
Ya en una postura recta y con una sonrisa le dije:

-Buenas, perdón por mi acto- tomé su mano para darle un saludo de caballeros, dudé unos instantes en  hacerlo, ya que mi guante  estaba algo sucio por la tierra de las bayas, pero no me atrevía a quitármelo enfrente del estudiante - tú has de ser el día de hoy el guardián de estas cosechas. Yo soy Christopher Daniels, reportero de la Gazeta phantome, mucho gusto... He de decir que las cosechas  han resultado perfectas, las bayas están en su punto, son tan dulces y jugosas, así que las mermeladas serán una delicia, los felicitó ....?Y su nombre cual es?
De pie pude apreciar mejor la complexión del chico, era delgado y aproximadamente de la misma estatura que yo, era claro que aún estaba en desarrollo, en ese momento me sentí tranquilo y no  acomplejado  por mi estatura o delgadez o por  no poseer ningún músculo fibroso. Mi masculinidad no era apuñalada.

A June le preocupó por un momento la reacción del chico cuando fue sorprendido, quizá debió haber sido más cuidadoso pues por un momento creyó que se echaría a correr y que no le vería más que el polvo. Por fortuna no fue así, el chico se quedó y se tranquilizó al verle, tal vez creía que había sido descubierto por algún vigilante. Las personas ajenas al instituto no tenían permitida la entrada a todas las areas de la escuela, los jardines incluídos: normas de seguridad.

- Buenos días - respondió June sin que su tono de voz amable desapareciera  - es cierto que las cosechas ya están listas, apuesto a que serán deliciosas las mermeladas, me gustaría probar alguna cuando estén listas, escuché que los alumnos venderán una parte en el festival de otoño - a June le gustaban ese tipo de festivales escolares, con montajes de los alumnos y tiendas de todo tipo - pero lamento decirle que no soy ningún encargado del huerto... solo pasaba por aquí - correspondió al saludo de Christopher.

- Soy June, vengo a este Instituto - sonrió cándidamente, aunque estaba realmente sorprendido de que el otro fuera de hecho un reportero y no un estudiante del Instituto, ya que lucía casi de su edad y tenían más o menos la misma contextura.

June le miró con curiosidad ¿qué podía estar haciendo un reportero en el Instituto en un sábado? sin más rodeos se animó a continuar - Si necesita hablar con alguien por asuntos de trabajo el sábado no es un buen día... temo que los directivos no trabajan hoy - o tal vez estaba ahí o por otra cosa...

- Ah, ¿quizás esté buscando a alguien? ¿un estudiante? ¿un profesor?... Si puedo ayudarlo en algo puede decirme, ya he terminado con mis asuntos de hoy en la escuela, si busca a alguien puedo ayudarle a encontrarlo - el instituto era lo suficientemente grande para perderse si no se conocía bien el edificio -  soy nuevo en la escuela pero dos son mejor que uno ¿no cree?

Realmente era un ladrón de bayas de colegios prestigiosos, así que me preocupaba un poco saber que me habían pillado en mi acto, pero al escuchar que el chico ni siquiera era el guardián de los frutos me tranquilizo más.

Pensé que me llamaría la atención o me reclamaría, pero parecía que ese no era el caso, en su lugar había recibido una cordial invitación por el encantador chico al festival de otoño para probar las deliciosas mermeladas hechas a mano, que tal vez ni siquiera podré comprar si no conseguía una buena nota con la que pueda tener una paga decente. Pero si era invitado a tal festival había la posibilidad de pedir “prestados” algunos frascos, que no me caería mal, llevaba muchos meses sin probar alguna golosina.

-Es un gusto conocerlo señorito June y gracias por la invitación la tomaré en cuenta - le sonreí mientras le di un buen apretón de manos, claro sin aplicar tanta fuerza para lastimarlo. Luego solté su mano.

-Tienes razón, no había notado que fuera sábado, mi trabajo me distrae un poco, tu sabes para los adultos con una vida normal todos los días son iguales, hay que ganar el pan del día- mientras le dije levanté un poco los hombros y las manos, con un gesto despreocupado. Medite un par de segundos al escuchar que me ofrecía ayuda, mientras lo hacía me puse una mano en mi mentón y uno de mis dedos daba golpesitos en ritmo en mi mejilla- Mmm… Bueno estoy buscando a alguien, es profesor de aquí, había quedado con él para ver unos asuntos sobre mi trabajo, no es directo con el instituto- era claro que era una vil mentira, pero no podía decirle al chico que estaba ahí para robar unas cuantas frutas para saciar el hambre de ese día, tal vez ahora si era reprendido por mi acto y llevado un par de días a la comisaría o a la prisión, que no estaría mal , tendría comida gratis en ese tiempo, pero no podía dejar que mi reputación fuera manchada, pues ahora tenía un trabajo decente, no podía decepcionar a Zahit.

La última frase del chico me iluminaron los ojos- tenía un buen plan que quería compartir con él, quiero desentrañar los misterios de algo en especial… Así que estaría muy complacido si me ayudara señorito June a buscar al profesor que busco, es una lástima que no se su nombre, tu sabes él quiere estar en el anonimato.

No tenía remedio, tendría que hacer el tonto por un tiempo en el instituto para que no pareciera mentira mi excusa, que no era del todo mentira.... Tal vez era mi día de suerte y encontraría al hombre que estaba buscando, para desentrañar todos los secretos y misterios de ese sujeto "A"...

- Llámeme solo June - sonrió divertido por el despiste del joven, para ser un reportero era bastante distraído, pensó June - Sería un placer que nos acompañara en el festival, que por cierto ya está próximo, todos son bienvenidos: la entrada es libre - incluso los que no eran parte de la escuela podían asistir, esa era una de las pocas veces al año que las puertas del Instituo estaban abiertas para todos los ciudadanos de Vemelho.  

June mirpo mejor a aquel chico, le había parecido extraño al principio cuando le vio hurtando los frutos a escondidas y ahora que hablaba sobre un profesor con el que se encontraría pero cuya identidad le era desconocida le hacía pensar que aquella cuartada era mentira.... cierto era que él no conocía la forma en que funcionaba eso de los informantes y desconocía también los detalles de la labor de un periodista, pero aquella explicación le había parecido un poco extraña.

June no era del tipo de personas que desconfían hasta de su sombra: las personas actuaban de cierta forma según las circunstancias y si bien la primera impresión siempre es importante, June sabía que no siempre ésta representara la verdadera escencia de las personas. Por esto, decidió quedarse con el joven Christopher hasta que éste se animara a decirle la verdad del por qué estaba ahí, pues no le parecía que tuviera malas intenciones o que fuera una mala persona. Además,  si en verdad buscaba a un profesor entonces al quedarse con él podría ayudarle a encontrarlo, no conocía a todos los profesores pero podrían preguntar hasta dar con su paradero si en verdad existía tal profesor.

- ¿Qué tipo de misterio es el que está investigando? - preguntó June con autentico interés y curiosidad - Quiero decir.... si se me permite preguntar - Aquello sonaba como algo interesante, seguro había muchos misterios por descubrir... ¿tendría que ver con la escuela? se preguntó June.

- Mmm...¿por dónde deberíamos empezar a buscar? - Preguntó con una sonrisa amable. Antes de empezar a caminar sin rumbo por el Instituto que era bastante grande era mejor preguntarle si tenía pistas sobre aquel profesor, siendo reportero seguro tendría alguna, sino tardarían mucho tiempo y terminarían por cerrar el Instituto antes de poder encontrar a quien buscaban.

Al escuchar por segunda vez el nombre del joven me percate que era muy apropiado para un chico tan amable y vivaz, como él, en cierta forma también me parecía muy dulce, al pronunciar su nombre era como si se derritiera una piruleta de fresas con crema en mi boca. Era muy amable de su parte dejarme decirle “June” a secas, pero mis modales no me lo permitían. Y Claro no iba a perder la oportunidad de asistir a su festival, en este momento no poseía mucho trabajo realmente, podría hacer un hueco en mi agenda, me encantaría ver cómo habían salido las mermeladas con tan dulces y deliciosas frutillas. Y lo mejor de todo es que era gratis la entrada y no sospecharían de mí sí me suministrara de frutillas de nuevo.

-Claro que puede preguntar- sonreí pícaramente, estaba seguro que preguntaba porque tenia curiosidad y no sólo lo por cortesía…. “¿este era el sujeto que buscaba?”- Bueno Joven June, usted debe saber que las ciudades y sus más importantes pilares esconden grandes y jugosos misterios, los cuales no quieren que sean revelados, ¿Verdad? Su propia escuela, “El instituto Vermelho”, no dudo que tenga los suyos, es un lugar de prestigio y renombre, ¡Todo un cofre de secretos y misterios!- Me acerque al chico para susurrarle en el oído, apoye mi mano izquierda en su hombro- pero en este momento estoy interesado en los misterios y secretos de un hombre, un pilar muy importante- me volví alejar del chico, y quite mi mano.

-mmm.. Supongo que este profesor es un romántico, amante de las novelas detectivescas, es muy raro que algún catedrático se quiera entrometer en casos como estos que podrían manchar su reputación. Si no me equivoco el profesor debe ser de alguna área de literatura o ciencia biológica/médica...¿Qué materias se imparten aquí? Joven June...

Realmente no sabía cómo mantener esta mentira, pero si el chico descubría que estaba “tomando cosas ajenas sin el consentimiento de alguien”, no sería conveniente para mí en este momento, no quería tener una llamada de atención de mi jefe y que este persiguiera mis pasos para tener al tanto de donde meto la nariz. El hombre, al cual me quiero entrometer en sus asuntos, era alguien importante para la ciudad, hasta me atrevería decir que era alguien muy cercano/íntimo al Alcalde, por esa razón no quería manchar mi reputación y ser visto como un sucio ladrón.

June sonrió ante la insistencia del otro al seguir manteniendo la distancia, no era que le molestara que le llamaran de esa manera, estaba acostumbrado a que se dirigieran a él con propiedad pero a June le gustaba más y se sentía más cercano a las personas cuando solo le llamaban por su nombre, pero no podía obligarle a que lo llamara así si no e sentía cómodo con eso.

- Mhm.. - se quedó meditando en las palabras del joven reportero, con suficiente interés para no parecer incrédulo, aunque todo aquello sonaba como le prólogo de una novela negra. Las historias de misterio le gustaban aunque le parecía dificil de creer que algo oscuro se tejiera en tan prestigioso colegio. Rió levemente cuando el joven reportero dijo que le profesor debía ser un romantico, demostrando así que concordaba con lo dicho.

- Seguramente tienes razón. Deberíamos empezar a buscar entonces en el departamento de literatura ya que parece ser el profesor es un romántico empedernido - comenzando a caminar en dirección al edificio más cercano que era donde estaban los cubiculos de los profesosres y la zona administrativa. Cada vez el argumento parecía perderse un poco más en el aire, pero June no dijo nada, en cambio decidió responder al reportero la pregunta que había formulado para olvidar los sentimientos de inquietud que unas ciertas palabras del reportero le habían causado. Quiso pensar que estaba imaginando cosas que no eran y que se debían al espiritu de romanticismo que compartía seguramente con aquel supuesto profesor.

- Bueno, se imparten las mismas materias que en otros colegios normales con la diferencia de que hay más actividades extracurriculares aquí y los contenidos de las materias son vistos de manera más profunda. También hay un programa especial para los alumnos más destacados: son clases más avanzadas que les preparan para ingresar a las universidades de élite y que retan su ingenio para solucion de problemas no solo tecnicos sino también sociales - él de hecho estaba inscrito en dicho programa, con su anterior instrucción en su antigua escuela, el nivel academico regular no satisfacía sus necesidades academicas.

Al llegar al edificio no había nadie en recepción, no era de extrañar pues era sábado. Con una seña y una sonrisa traviesa le indicó al reportero que le siguiera, buscarían ellos mismos.

La risita del Joven June, hacia mi comentario del “Romántico profesor hipotético”, apaciguo a mí ser, escuchar una risa o ver una sonrisa dulce me tranquilizaba, aparte podía ver que el chico también se sentía de cierta forma cómodo con mi presencia.

Al escuchar que nos moveríamos del lugar, me puso alegre, pues quería conocer más de la escuela, y estaba más entusiasmado por el área que íbamos a visitar, quería ver los anuarios de las generaciones pasadas, de hecho estaba interesado en una principalmente…

Sonreí amigable así comentario:

-Sí, es un empedernido supongo

Le seguí de cerca a mi joven guía. Se veía que era un joven con una educación excelsa, todo un caballerito, bueno el colegio Vermelho acogía a los hijos de los prestigiados hombre. ¿Quién sería su padre? …algún hombre ostentoso, suponía, hasta podría ser amigo del mismo alcalde. El chico respondió mi pregunta y me alejo de los pensamientos que tenía en ese momento.

-Oh, ya veo, mmmm…. Bueno es una de los mejores colegios, su educación debe ser excelsa y pura-me eche una risilla cuando recordé algo- no dudo que su base sea “El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin” – no lo dije de forma burlona, pero recordarlo me hacía gracia, esa frase la había visto en la oficina del alcalde, no dudaba que él se guiara de ella, y no solo para el colegio, sino para toda la ciudad.

Para nuestra mala suerte, o yo diría buena, no había nadie en la recepción del edificio. El joven June con un gesto travieso me indico que le siguiera, sin dudarlo lo hice. Parecía que el edificio estaba lleno de cubículos, tal vez había mal interpretado las palabras del Joven.

-¿Este es el departamento de literatura, joven June?

Casi todos los cubículos estaban vacios. Podría aprovechar en decirle que no se encontraba aquí el catedrático hipotético.

-Joven June creo que no está aquí nuestro profesor, mmm…sabes me gustaría ver donde están los anuarios he recordado que necesito ver algo de ellos. ¿Me podría llevar donde se encuentran?, por favor.

Al llegar a su destino, se encontraron con que el profesor no se encontraba. Siendo sábado no era de extrañar. June inspeccionó un poco el lugar en busca de alguna señal que le dijera si el profesor regresaría o no. Por desgracia no encontró nada, si el profesor había ido al colegio ya se había ido, todo estaba perfectamente ordenado, la gente de limpieza ya había limpiado lo que significaba que ya nadie regresaría hasta el lunes.

- Creo que no encontraremos hoy a nuestro profesor, lo siento - miró al reportero y se disculpó con una media sonrisa, habían ido todo el camino para nada.

June suspiró resignado al escuchar que seguía agregandole el respetuoso "joven" a su nombre, le devolvió de una sonrisa simpática y respondió a su pregunta.

- Los anuarios.. Uhm, deberían estar en la biblioteca escolar.... podría haber algunos aquí... pero depende cuáles sean los que quiere consultar. Si son recientes podría buscarlos en los estantes. - se ofreció para ayudarle una vez más señalando los libreros repletos.

No tendría problemas con buscar los anuarios, muchos estudiantes iban a hacer trabajos en aquel lugar bajo la asesoria de los profesores. June estaba familiarizado con el lugar así que se aseguraría de no dejar nada fuera de su lugar.